Teórico 4.1: Marxismo y Humanismo. Ideología vs. Ciencia. Concepto de ideología

El texto de esta semana es “Marxismo y Humanismo” de Althusser. Sostiene que el humanismo socialista es ideológico. Althusser va a decir que el humanismo es y será ideológico. Pero tanto que ideología sirve para organizar las prácticas sociales y políticas de amplios  

¿Qué quiere decir con que el humanismo es una ideología?

En primer lugar, en su texto plantea la oposición entre ideología y ciencia.

Si el antónimo de ciencia es ideología, nos encontramos con una definición del concepto de ideología que no consiste en una posición de conciencia de clase que distorsiona las cosas, y que en todo caso se diferencia de ciencia, ya que ciencia  supuestamente es la encargada de ponernos en contacto con la verdad de las cosas sin distorsión alguna.

La ideología es tan amplia que sólo excluye a la ciencia. El resto de la vida social está incluida dentro de la ideología. La ideología es un sistema de representaciones, imágenes, palabras que constituyen los objetos del mundo en que vivimos. La ciencia aparece como el esfuerzo por acceder a la verdad del mundo. Acceso no mediado por las representaciones. Sólo es posible si existe la ciencia perfecta, podríamos tener acceso a la verdad de las cosas.

La ideología tiene doble rostro ya que condiciona nuestra forma de ser, deseos, anhelos y nuestra forma de actuar.

Según Ricoeur Marx opuso al concepto de ideología, el concepto de praxis. Esta oposición ideología – praxis del marxismo temprano se traslada en Althusser a la oposición ideología – ciencia.

Sin embargo, para Althusser esta contraposición con la práctica sería muy difícil de concebir porque para él la ideología es material y se encarna en prácticas. Según Althusser en la perspectiva madura de Marx, la ideología no es tan sólo un problema de la conciencia, de la representación, sino también de la práctica

La ideología son las representaciones que emanan de una conciencia que a su vez está determinada por condiciones materiales dadas. Este era el pensamiento marxista antes.

De ahí que en los años ´70 había agrupaciones de izquierda que forzaban a sus militantes a proletarizarse.  Si eran profesionales debían renunciar a sus trabajos y conseguir trabajo en una fábrica porque era la única garantía de que sus prácticas cotidianas no derivasen en una ideología que no podía ser proletaria. Althusser intenta replantear esta posición: la posibilidad de pensar a la ideología como la pura emanación de la conciencia que a su vez está determinada por ciertas condiciones materiales.

Para Althusser, sostendrá que en rigor esto, es pre-marxista, que no es marxista. En la propia Ideología Alemana, Marx dice que las ideas dominantes de una época son siempre las de la clase dominante.

¿Qué quiere decir que sea dominante? Que la mayoría la adoptan como propia también. No significa que pueda pensarse en una vinculación más o menos directa, más o menos automática, más o menos mecánica entre ciertas condiciones de la práctica y lo que llamamos la ideología, las representaciones ideológicas.

Para Althusser no se trata de unas representaciones que emanan de nuestra conciencia como si fueran una suerte de dispositivo manejable sino que nuestra constitución como sujetos es lo ideológica.

La ideología es perfectamente objetiva, pero también es subjetiva porque debe capturado nuestra subjetividad para que pueda funcionar. Ésta es una operación que se cumple en el inconsciente. La ideología es incorporada de tal modo en que nosotros las vemos como resultado del ejercicio de nuestra propia libertad, cuando en verdad, es lo contrario. Esta falsificación es por excelencia una operación de la conciencia, a la que Althusser en el texto que tienen esta semana define como a ese pedacito del inconsciente al que llamamos nosé por qué conciente.

La oposición ideología contra ciencia opera desde lo inconsciente.

Es una ilusión del sujeto de la ilustración hecho de razón, libertad y voluntad. La criatura humana es una criatura que donde lo que antes pensábamos como conciencia en realidad es inconciencia. En esa inconsciencia se articula, se vuelven una las formas de las condiciones materiales que la vida requiere como representaciones socialmente compartidas, se vuelven una con las posibilidades que cada uno de nosotros en esa inconsciencia nos damos y damos de hacerlas nuestras.

No somos esos individuos libres plenos de razón y voluntad. No nos representamos las cosas sesgadas por las condiciones materiales en las que vivimos.

Somos resultado concreto de la inconsciencia en donde la ideología supone la posibilidad de articular las formas y las características con las que el mundo se nos presenta, que son las propias condiciones materiales que ese proceso social requiere para continuar siendo.

 Esta manera en que el mundo se nos presenta. La ideología es la organizadora de las cosas del mundo de acuerdo a los requerimientos materiales que imponen las relaciones sociales de producción en su relación con el desarrollo de las fuerzas productivas.

Se vuelven una con lo más recóndito de nuestra propia subjetividad de modo tal de que se borren las huellas de ese proceso que nos vuelven útiles a las condiciones materiales y su reproducción y caminamos por la vida contentos pensando que hemos descubierto América.

Por ejemplo, cuando decimos todos los políticos son corruptos, en realidad son una la cara que esta afirmación tiene de nuestra mirada para adentro en la que creemos que esta idea me la he hecho yo, a costa de ver la televisión, escuchar las denuncias, leer los diarios, y realmente haber pensado que Alfonsin no era corrupto pero finalmente vinieron los pollos de Mazzorin, que Menem iba a hacer el salariazo y finalmente le vendió armas a Croacia, que De la Rua iba a poner las cosas en orden y finalmente corrompió el senado, etc, así hasta hoy. Pensamos “he llegado a una conclusión que yo la siento profundamente”. Yo como sujeto libre, como hombre de libertad y razón digo “todos los políticos son corruptos”.

Resulta que hice esta afirmación en un cierto conjunto de relaciones materiales sociales de producción y condiciones del propio sistema, que nos presenta para que la hagamos nuestra. Pero este mecanismo no es consciente. Si fuera consciente no operaría. Opera porque no es conciente. Es en este sentido en el que la ciencia, por lo menos aquella perfecta que nos contaron de chiquitos, teóricamente debería ser la pura producción autónoma.

La ideología es lo contrario. La diferencia que hay entre ideología y ciencia es que la ciencia tiene en todo caso un cometido en el orden del conocimiento; la ideología tiene un cometido táctico, ayuda a vivir la vida, por lo menos organiza lo que de lo contrario sería un caos. La vida social requiere que hagamos nuestra, que hagamos propia una serie de representaciones de las cosas, definición de significaciones, que hagamos de ella una serie de representaciones que no son nuestras.

La ideología dominante según Marx casi literalmente tenía por cometido legitimar la desigualdad. Esta posibilidad de volver universal lo particular es por excelencia la ideología.

Cuando estamos todos convencidos de que hay que privatizar las empresas públicas parece que se volvió una verdad universal lo que es la verdad de unos cuantos que están esperando quedarse con la tajada.

La ideología dominante en cualquier orden social es la encargada de hilvanar ese relato sobre las cosas que sea capaz de naturalizar, de volver aceptable lo que en rigor es resultado histórico de una determinada lucha, y lo que sería realmente inaceptable bajo todo punto de vista.

Hay una complicación porque cada vez que damos ejemplos sobre lo ideológico hablamos de conceptos e ideas sobre todo sobre la realidad. Siempre que hablamos de lo ideológico estamos hablando de falsos discursos distorsivos de la realidad.

El pasaje de una posición a la otra significa pasar de una idea de sujeto a otra idea del sujeto.

La segunda idea, en la idea marx-althusseriana de sujeto, la llamada conciencia pierde absolutamente centralidad, relevancia y significación. Por lo tanto, la problemática toda de lo ideológico en el plano de la conciencia, las conciencias falsas y enajenadas y alienadas pierde significancia. No es que la ideología deje de ser distorsiva. En la reflexión sobre la ideología está perdiendo absoluta centralidad la conciencia. Lo que importa son las prácticas. La ideología se encarna en las prácticas.

Lo que se dice es que para Althusser si uno está sujetado a la ideología, entonces reproduce las condiciones y si es reproductivo entonces no hay posibilidad de transformación. Me parece que es un planteo simplista, con todo respeto.

La distorsión no está puesta en duda. Lo que se trata es de pensar de qué manera se configura esta distorsión. Si la distorsión se configura porque tenemos un tornillo flojo en un lugar que se llama conciencia y que entonces si ajustamos la conciencia cobra conciencia de sí y entonces marchamos recuperando la idea del sujeto de la ilustración cargados de voluntad y libertad hacia el futuro que la razón nos invita; que todo lo que la precaria vida social y humana es posible y capaz de hacer está atravesado por su propia inconsciencia de lo que es. Por supuesto que la distorsión existe igual.

Althusser está en contra de pensar que ideología es de clase porque supone lo ideológico es constitutivo de la vida social.

El acto fallido fue uno de los recursos de Freud para persuadir a su colegas sobre la existencia de lo inconsciente. El acto fallido es uno de los recursos que nos ponen en contacto con la existencia del inconsciente. Entonces si la ideología tiene que ver con el inconsciente entonces tendrá que ver con las distintas formas de aparición pero hasta ahí.

Althusser sostiene que no debe pensarse en este sentido a la ideología como un producto de clase y limitado a la producción de clase.

Si bien podrían desaparecer las clases sociales, la ideología seguiría existiendo. Es necesaria la configuración un sistema de representaciones que organice nuestro mundo. Este sistema de representaciones tendrá por característica lo vivido en la relación con las cosas.

Aquí encontramos una diferencia, no se trata de representar las cosas mismas, se trata de representar nuestra relación vivida con ellas. Esta es la significación a la que da lugar la instancia de lo ideológico. Produce una representación en la que está inscripta la clave de lo que nuestra relación con ella ha significado.

Althusser relaciona lo ideológico, con el inconsciente y con lo imaginario.

Retoma el psicoanálisis lacaniano para señalar que una dimensión de nuestra relación con el mundo se caracterizar por estar organizada.

La producción ideologica es colectiva y abierta.

Ocurre que, porque tampoco vamos a hacernos los inocentes, los núcleos o puntos principales de las presentaciones del mundo que en general más compartimos tienden a ser bastantes funcionales a la reproducción de las relaciones sociales de producción. Esto también es ideológico. Pero no es en ningún caso un bloque cerrado, definitivo, duro.             


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