Teórico 8: Zizek - Che Voui? - Noción de Sujeto en Althusser y en Lacan
El texto de Zizek tiene algunas ventajas habla de Lacan con mayo claridad que el propio Lacan. Además tiene una particular capacidad para encontrar ejemplos en el cine, la literatura, que permite evidenciar los núcleos centrales del pensamiento Lacaniano.
El título de su artículo ¿Che Voui? ¿Qué quieres? está formulado como una broma. ¿Qué pretende usted de mi?
El texto de Zizek hace hincapié en la subversión que hace Lacan a la noción tradicional del lenguaje como instrumento. El significante produce significación en su encadenamiento con otros significantes. En las operaciones habituales un dispositivo “point de capiton” que le coloca un límite al desplazamiento de metonimias. Ancla el significado en un determinado campo.
Zizek plantea la discusión entre descriptivitas y antidescriptivistas, Recoge de ambos algo. De los antidescriptivistas toma la ilusión de un significado que radica en los atributos que vienen designados. Le permiten regular y destacar el modo en el que el significante constituye el núcleo de la identidad. El sentido ingresa en el significado. Es la alusión a los atributos y las características propias de los objetos.
Zizek habla de este fenómeno como la radical contingencia de la nominación.
Se presenta una paradoja.
Se puede sostener una serie de cosas horribles que caracterizan el liberalismo o el comunismo, pero la designación de estos fenómenos con el nombre de comunismo o liberalismo no depende de la verificación de esas características, no depende de la nominación primigenia.
El antidescriptivismo privilegia la existencia de un bautismo originario. Resiste a las modificaciones de las características.
Para Zizek siguiendo a Lacan se trata de una contingencia radical de una nominación. Se trata de un plus de significación. El significante encarna o moviliza lo que no está en ninguno de esos atributos, no está en ninguna parte, y sin embargo, soporta lo central de la identidad.
Ese plus que no tiene modo de ser definido. Es en este plus que radica la identidad
El tema de la identidad, como fenómeno, identidad de un actor social, de un determinado sector o fuerza. Esa identidad se construye o se constituye en y por un nombre, cuya puesta en juego es radicalmente contingente.
En la secuencia clásica el referente se pasaba al concepto significante, significado al significante, dónde en definitiva el significante, envoltorio, pura forma, subsidiario, era a lo sumo el vocero, el encargado, el responsable de venir a representar esta hilera que llevaba la experiencia a la formación del concepto.
Lacan insinúa el movimiento inverso. Es la forma, es el significante, es el nombre el que genera el concepto y es el concepto y la relación de la forma con el concepto lo que genera nuestra percepción de lo real, lo que organiza nuestra percepción de lo real.
Zizek dice que el antisemitismo intenta explicar que el judío es intrigante, sucio, avaro, etc pero al mismo tiempo no es eso lo que organiza el antiseminismo, sino, todo lo contrario, si es judío, entonces será avaro, sucio, intrigante, a la inversa. La designación de judío es el sostén de la identidad que le coloca. Es el designate, es el point de capiton, detiene todo el encadenamiento. El judío es el concepto que resiste incluso a cualquier variación que acontezca.
Esto se relaciona con lo que dice Lacan que el significante nada significa. Sin embargo, organiza toda la significación. No hay una en el significante que sea intrínseco.
El significante rígido es la manera en que Zizek retoma el concepto de point de capiton.
El significante rígido se pone en juego. Está cargando y organizando con su presencia, una serie de otros significantes. Cataliza una representación ideológica.
El significante rígido es como un clavo capaza de resistir cualquier tipo de relación con las evidencias, hechos, otros significantes. Organiza el sentido donde el sentido no existe. Hace emerger el sentido donde no lo hay.
Cualquier estereotipo social puede cumplir la función de significante rígido que sostienen la realidad y organizan determinada representación ideologica.
Noción de sujeto en Althusser y en Lacan.
El Sujeto con mayúscula interpela a los individuos en sujeto. El sujeto es la respuesta a la interpelación, pero no es el sujeto que recibe la interpelación sino que es otra instancia interior, donde no hay nadie. El sujeto puede vivir como propia la interpelación ya que lo internalizó y la asumió como propia (reconocimiento),como fundador de su pensar.
Hay diversas interpelaciones.
Zizek plantea que el sujeto no tiene en claro cuál es la interpelación que se realiza, no entiende cual es el mensaje, Che voui?
La interpelación va al lugar donde no hay nadie en sentido lógico. Va donde no hay nadie y ahí sale constituido un sujeto como respuesta a una interpelación que nunca advierte. Le llega porque el sujeto en todo caso responde y la operación de interpelación justamente está anclada en el desconocimiento.
El sujeto es la respuesta a una operación de interpelación.
Interpela individuos en sujetos.
Al sujeto no es que le llega una pregunta o algo que después va a advertir la respuesta, el lugar que le están asignando
Lacan entiende como una tesis fundante de su teoría, la distinción entre el yo y sujeto.
Lacan crítica la teoría de la conciencia. No es que el yo advierta algo. El yo es una instancia de puro desconocimiento. No hay que confundirla con el sujeto.
Althusser trabaja con la noción de reconocimiento/ desconocimiento.
El reconocimiento del yo, la conciencia, y el sujeto ideológico es el yo en Althusser. La noción de yo y sujeto quedan en el mismo campo semántico.
El problema es que enlaza la noción de yo y la noción de sujeto, lo que justamente Lacan dice no hay que confundir.
Para Althusser, el yo queda en el lugar del reconocimiento y el inconsciente en el desconocimiento, de la interpelación.
En cambio en Lacan el yo es una instancia de desconocimiento. Como si estas dos operaciones reconocimiento / desconocimiento, fueran condensadas y lo central es el desconocimiento, donde está el yo, que es el sujeto del inconsciente, es el lugar del cuerpo.
La distinción entre sujeto y el yo o la conciencia en Lacan permite ubicar que el sujeto nunca es consciente.
El sujeto está en la posición de goce, una manera singular de gozar, se ubica en relación al goce.
El terreno de la consciencia es el campo del sentido. El sentido desconoce la posición en relación al goce. No hay contenido. La posición del sujeto no tiene que ver con ningún contenido. Se ubica de una manera singular en relación al goce.
Lacan sustrae el plus de goce de la plusvalía de Marx.
Hay un campo del sujeto, del inconsciente, efecto de un discurso, del discurso capitalista, condición para el mercado, que genera un plus valor.
En el campo de la conciencia, aparece organizada por el sentido, pero siempre hay algo que queda por fuera del sentido, el plusvalor. El sentido queda organizado por el discurso capitalista. Por fuera queda la no plusvalía. La plusvalía queda por fuera del campo del sentido, que organiza y define la posición del sujeto. Hay algo que queda por fuera del campo del sentido, como sujeto de la ideología, donde se definen las identidades, en el intercambio, no es consciente.
Según Lacan, el problema de la posición del sujeto en relación al goce no queda en el campo de sentido, queda justamente en otro campo, el campo del sujeto.
La interpelación continua con el dispositivo que las distintas instituciones de la sociedad civil, etc. etc.
No hay que suponer que cada interpelación, cada operación de interpelación nos encuentra y nos presiona en una dirección o en otra.
No hay nada que la interpelación encuentre. La interpelación produce, no encuentra.
Ahí donde no hay sujeto, está el sujeto que habrá de producirse. La interpelación moldea y produce.
El sujeto es un efecto, no una transacción, no una negociación es un efecto.
Como efecto no puede antecederse a si mismo, entonces no hay nadie.
Tampoco supone un proceso mecánico, un dispositivo de interpelación lanzado a operar en determinada circunstancia, como si fuera una maquina.
Pero si supone es que no hay nada que sea su propio fundamento
El concepto de efecto apunta a negar la concepción que supone un fundamento y razón en su propio ser. De ahí que se pueden producir consecuencias muy complejas. No mecánicas.
La propia interpelación supone un campo de complejidades