Contradicción y Sobredeterminación (Resumen)
La contradicción hegeliana no está jamás sobredeterminada. La simplicidad de la contradicción hegeliana sólo es posible a partir de la simplicidad del principio interno que constituye la esencia de todo proceso histórico.
El principio interno simple sólo es posible bajo la condición de una forma abstracta de conciencia de sí del mundo. De ahí que en la Historia Universal para Hegel no haya jamás verdaderas rupturas sino simples mutaciones. (Reduccionista)
Marx no invierte la dialéctica hegeliana sino que transforma profundamente sus estructuras.
La contradicción fundamental propuesta por Marx y Engels, Capital – Trabajo, no es simple sino que está especificada por las formas y las circunstancias históricas concretas en las cuales se ejerce, es compleja.
Contradicción sobredeterminada: la contradicción Capital – Trabajo, que surge de las relaciones de producción, se encuentra sobredeterminada. (La sobredeterminación es el exceso de sentido: Freud. El inconsciente-ideología sigue funcionado. El sentido nunca se cierra) Es un elemento constitutivo de toda sociedad.
Para mostrar que la estructura específica de la contradicción marxista está fundada en la concepción de la historia marxista, es necesario asegurar que esta concepción no es ella misma la pura y simple inversión de la concepción hegeliana.
Es imposible mantener la ficción de la inversión porque Marx no ha conservado, aunque invirtiéndolos, los términos del modelo hegeliano de la sociedad sino que los sustituyó por otros. Más aún, trastocó la relación que reinaba entre ellos. Marx cambió los términos y sus relaciones.
En Marx aparece una concepción nueva de la relación de las instancias determinantes en un complejo estructura-superestructura que constituye la totalidad social. Nos otorga la determinación en última instancia, no como el único factor determinante, y la autonomía relativa de la superestructura, ejerce su influencia en la historia.
La acumulación de contradicciones eficaces sobre la determinación en última instancia por la economía, por las condiciones materiales de existencia. (Contradicción sobredeterminada) No existe la contradicción simple y pura.
La revolución en la estructura no modifica al instante la superestructura, las ideologías, ya que tienen consistencia suficiente para sobrevivir, secretar durante un tiempo las condiciones de existencia de su sustitución. La nueva sociedad puede provocar la reactivación de elementos antiguos. Esta reactivación solo puede ser pensada por desde la sobredeterminación.